En el oeste de Minnesota, una mujer ayuda a los nuevos inmigrantes a echar raíces

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Alma Contreras recuerda lo difícil que fue conectar con gente de la zona rural del oeste de Minnesota. Ella llegó de México hace 16 años luego de que su esposo fuera contratado por una fábrica lechera local.
Esos recuerdos la impulsaron a querer ayudar a otros inmigrantes que llegan a la región. Contreras trabajó como voluntaria durante años para ayudar a otros recién llegados a adaptarse a la vida en Estados Unidos, desde ayudarlos a comprender el sistema escolar y médico hasta ayudarlos a obtener matrículas para sus autos en el departamento de vehículos motorizados.

Actualmente, Contreras trabaja como directora asociada en “Conexiones”, una organización sin fines de lucro ubicada cerca de la ciudad de Morris que ayuda a construir vínculos entre residentes y nuevos inmigrantes en los condados de Swift y Stevens. Ella lleva ese compromiso más allá y trabaja como paraprofesional a tiempo completo en las escuelas Kerkhoven-Murdock-Sunburg.
“Al principio, al llegar aquí, sentí que no contaba con mucho apoyo. Tuve que aprender sola”, recordó una noche reciente, en la que una docena de familias, en su mayoría mexicanas, se reunieron en el gimnasio de la escuela Kerkhoven para una noche de diversión familiar organizada por Conexiones.
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Conexiones ofrece una variedad de clases, desde finanzas hasta supervivencia en el invierno. Pero esa noche, el objetivo era simplemente divertirse y forjar lazos que pudieran fortalecer sus relaciones en el futuro.

Mientras los niños lanzaban globos, jugaban baloncesto y pateaban balones de fútbol, los padres observaban y conversaban. Contreras, de 40 años, interactuaba con ellos con facilidad. Todos la conocen y saben que si tienen un problema, ella puede ayudarlos a encontrar una solución.
“Recibir ese apoyo al principio les da seguridad a las familias”, dijo. “Nosotros [Conexiones] les damos la seguridad de que, si lo necesitan, los ayudaremos”.
Conexiones no se involucra en asuntos legales de inmigración, pero trabaja para ayudar a los recién llegados a “sentir que este es su hogar”, según explica Autumn Macias, directora ejecutiva del grupo.
La directora cuenta que muchas personas que llegaron con visa de trabajo y planeaban quedarse un par de años ya están asentadas en la comunidad. “Creo que mucha gente está echando raíces e integrándose a la comunidad, y no tienen intención de regresar a sus países de origen”.

La Oficina del Censo de Estados Unidos afirma que los hispanos representan el 7 por ciento de la población del condado de Swift y el 12 por ciento del condado de Stevens. Macías cree que la población hispana está considerablemente subestimada.
Los datos de inscripción del Departamento de Educación de Minnesota para 2025 muestran que los estudiantes hispanos representan el 18.5 por ciento de la población estudiantil en el condado de Stevens y el 14 por ciento en el condado de Swift.
‘Miedo a lo que desconocemos’
Contreras es una de esas inmigrantes que se establecieron en el pueblo de Murdock. Después de 16 años, es ciudadana estadounidense y se enorgullece de llamar hogar a este pequeño pueblo.
“Me gusta que sea un pueblo pequeño y me encanta la escuela, porque mis hijos estudiaron aquí. Y siento que es un buen lugar para criar niños. Es tranquilo y me gusta la gente. No me siento como una extraña aquí”, dijo. “Conozco a casi todo el mundo, y casi todos me conocen a mí”.

Pero ahora mismo, mientras la política migratoria agita el país, se está generando temor en estos pequeños pueblos.
“Tenemos miedo a lo que desconocemos, porque no sabemos qué podría pasar”, dijo Contreras.
Incluso quienes tienen los papeles en regla se sienten estresados.
“Tenemos más miedo de hacer las cosas mal”, dijo Contreras, explicando cómo la gente revisa constantemente que todas las luces de su vehículo funcionen y que cumplan estrictamente las leyes. “Siempre estás estresado por eso. Siempre estás pendiente de todo para asegurarte de ser un buen ciudadano”.
Macías, de 28 años, señala que los trabajadores inmigrantes trabajan en agricultura y manufactura, y que las empresas están reclutando activamente a personas en México para que vengan aquí. “No sé dónde estarían nuestras comunidades si no tuviéramos a la comunidad inmigrante aquí”.

El número de recién llegados se ha reducido recientemente a un mínimo, pero Conexiones planea seguir construyendo puentes. A menudo, hacer esto es tan sencillo como conocer a tu vecino.
“Si tengo un vecino mexicano, le llevo un pay de manzana, creamos esa conexión y él me trae unos tamales”, dijo Macías. “Siento que conocer a alguien a nivel personal puede cambiar lo que sientes en un nivel más amplio. Así que ellos no son solo ‘esos mexicanos’. Es: ‘Ese es mi vecino mexicano, y es una buena persona’”.
Contreras recibe muchos mensajes de texto y llamadas con preguntas a todas horas, pero no le importa porque siente que su trabajo ayuda a construír una comunidad más fuerte y conectada, y la gente sabe que Conexiones procurará encontrar una respuesta a sus interrogantes.
“No tenemos todas las respuestas”, añadió, “pero intentaremos buscarlas y darles los recursos que necesitan”.
Nicole Johnson, productora digital de MPR News, colaboró con esta traducción